Indice Poesías

 

Otro oficio


A Karina Aroni, en Trujillo.


Acto de fe

Esta mañana una mujer
tocó a mi puerta
predicándome la biblia

Le dije que era ateo
y no le importó
Le dije que era muy bonita
y eso pareció importarle

Mientras me predicaba
la palabra de dios
sentada sobre el sofá
yo puse una mano
entre sus piernas
y la sentí húmeda

Una cristiana era una mujer
como cualquier otra

Y esta mañana
supo hacer el amor
con las piernas
y la biblia
bien abiertas


Tarea

La esposa del ministro
era flaca y era fea
pero tenía automóvil y dinero
y yo tan sólo una tarea

Me besó desesperadamente
y mi cuidadoso engreído
trabajó como un galeote
entre sus huesos

Era flaca y era fea
y no sabía hacer el amor
Cuarentitantos años
e inexperta
era un delito
de lesa humanidad

Supe darle
el castigo merecido
y la esposa del ministro
fue feliz en sus dos horas
de agonía
y confidencias
antes de ser
aniquilada
con su esposo


Transparencia

Dicen que las mujeres
casadas
son falsas
como las solteras

Si es así entonces
para qué establecer
la diferencia

Vale más saber
que un bonito rostro
es apenas una cosa secundaria
durante el hermoso remolino
de los cuerpos

Tu corazón y tu palabra
pueden mentir
pero tu cuerpo nunca miente
Afirma y es franco
en su alegría

Por eso tu verdad
es tu piel desnuda
entre mis manos

Ven
Sigamos siendo sinceros
en este mundo de mentiras
y vestidos

Isabel

Llegué al dormitorio de Isabel
mientras su familia sacrificaba
el té en honor del viejo embajador

Isabel era rubia y la encontré
con un juguete entre sus piernas

Tamaña incorrección avivó mi sangre
y pronto estuve saboreando
el tibio licor de su pubis

Ah
cómo olía
qué suavidad
y sin embargo
no era yo el primero

Demostré lentamente mi experiencia
en lances de jinetería
y ella fue mi yegua
siete veces penetrada

Una hora duró el té con el embajador
y más tarde subió el hermano favorito

Corrí con facilidad por los jardines
y aún pude conectar
los cartuchos y fulminantes

Isabel tenía doce años
y era hija de militares genocidas
hasta antes de la explosión
y del recuerdo

Himno al laborioso

Oh genial multiplicador
de espasmos femeninos

Oh insuperable explorador
de jugosos vientres
que con tu música
te vas a todas partes

Oh mi bello monstruo
ultrajado por las malas lenguas
de las mujeres hipócritas
y de los cornudos

Ahora renaces
de palabras
para que el suave polvo
de tu canto
ilumine los abiertos
caminos de las muchachas

Oh tú victorioso
vencedor de mil batallas
contra lechos enemigos
combatiente eficaz
y compañero inseparable

Promesa

Te haré el amor
en el campo de batalla
y en las calles

El lecho será poca cosa
para nuestra guerra
compañera

Seré quien dispare
contra el enemigo
y contra tus entrañas

Haremos el amor
en el fragor intenso
del campo y la ciudad
y en las forzadas marchas
del combate

Incansable seré
para tu piel mojada
por mis besos

Y cuando a un paso
de la muerte
nos hayan arrojado
las metrallas
aun haremos el amor
para no traicionar
nuestra alegría.

Lima, diciembre 1987.


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